domingo, 23 de agosto de 2015
viernes, 28 de enero de 2011
lunes, 24 de enero de 2011
sábado, 4 de diciembre de 2010
Difícil elección
Es cierto que creemos comer por los ojos, pero realmente no es así, un órgano situado debajo del estómago -el páncreas-, sobre el cual hablaremos enseguida. Curiosamente empezamos mal el día con distintos tipos de desayuno, como por ejemplo, cereales con leche, café con galletas, o con algún tipo de bollería industrial. Todos estos tipos de alimentos están cargados entre otras cosas, de azucares simples que se convierten enseguida en glucosa y pasan al torrente sanguíneo en grande cantidades. Esto hace que el pancreas tenga que segregar insulina en gran cantidad para poder retirar el exceso del azúcar en sangre que está muy por encima del nivel normal, convirtiendo dicho exceso en GRASA. Este proceso se repite varias veces al día provocando que engordemos repetidas veces. Os habéis dado cuenta que después de haber hecho un desayuno del tipo que acabo de nombrar os coje un bajón de energía a media mañana... Y que sucede? Que el cuerpo nos pide entonces que le demos más de lo mismo para poder recuperar dicha energía.
Sabes cuales son las consecuencias de empezar el día de esta forma, que con el paso del tiempo puedes convertirte en Diabético por haber estado sobreesforzando a tu Páncreas.
Te preguntarás entonces como podríamos realizar un desayuno más saludable...
Pregúntame como.
SOBRE ALGUNOS REFRESCOS
Algunas bebidas refrescantes contienen ácido fosfórico como aditivo por su papel conservante y acidificante. El hábito de tomar a diario o con asiduidad este tipo de productos supone un aporte dietético extra de fósforo, cuya contribución elevada por una dieta mantenida en el tiempo puede tener un efecto desmineralizante de huesos y dientes.
El fósforo y el calcio deben mantenerse en equilibrio homeostático en el organismo, de forma que la abundancia o la deficiencia de uno afecta la capacidad de absorción y aprovechamiento del otro. El exceso de fósforo causa una menor asimilación de calcio y, por tanto, puede suponer una mayor pérdida de éste en los huesos. Este efecto resulta contraproducente en la infancia, sobre todo, puesto que en esta etapa los huesos están en pleno proceso de crecimiento, desarrollo y consolidación.
Los padres deben informar a sus hijos sobre el hábito insano de escoger este tipo de bebidas con frecuencia. No obstante, este efecto descalcificante también lo pueden sufrir las personas adultas habituadas a beber a diario refrescos de cola, aunque sean light, ya que el contenido de este aditivo es el mismo.
El fósforo y el calcio deben mantenerse en equilibrio homeostático en el organismo, de forma que la abundancia o la deficiencia de uno afecta la capacidad de absorción y aprovechamiento del otro. El exceso de fósforo causa una menor asimilación de calcio y, por tanto, puede suponer una mayor pérdida de éste en los huesos. Este efecto resulta contraproducente en la infancia, sobre todo, puesto que en esta etapa los huesos están en pleno proceso de crecimiento, desarrollo y consolidación.
Los padres deben informar a sus hijos sobre el hábito insano de escoger este tipo de bebidas con frecuencia. No obstante, este efecto descalcificante también lo pueden sufrir las personas adultas habituadas a beber a diario refrescos de cola, aunque sean light, ya que el contenido de este aditivo es el mismo.
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